Hay recetas que son un viaje directo al corazón de la cocina casera, y el Pollo a la Riojana es, sin duda, una de ellas. Este plato, un clásico indiscutido de la gastronomía argentina y española, es la combinación perfecta de sabores intensos, colores vibrantes y una salsa que pide a gritos un buen trozo de pan.
Su nombre nos transporta a La Rioja, la famosa región vitivinícola de España, y aunque su origen exacto es motivo de debate, la esencia es la misma: un guiso reconfortante donde el pollo se cocina lentamente con pimientos, cebolla, arvejas y, a menudo, un toque de vino blanco y chorizo colorado que lo eleva a otro nivel.
Hoy te comparto mi versión de este clásico, una receta que nunca falla y que es perfecta para un almuerzo de domingo en familia o para lucirte en una cena con amigos. ¡Manos a la obra!
Ingredientes (Para 4 personas)
Pollo: 1 pollo entero trozado en 8 presas (o 4 patas con muslo)
Pimientos: 1 pimiento rojo grande y 1 pimiento verde grande, cortados en tiras gruesas.
Cebolla: 2 cebollas grandes, cortadas en juliana.
Ajo: 3 dientes de ajo, picados finamente.
Tomate: 1 lata de tomates perita (400g) o 500g de puré de tomate.
Vino: 1 vaso (200 ml) de vino blanco seco (opcional, pero muy recomendado).
Caldo: 1 taza (250 ml) de caldo de gallina o de verduras.
Arvejas (Guisantes): 1 lata de arvejas escurridas o 200g de arvejas congeladas.
Chorizo Colorado: 1 chorizo colorado o cantimpalo, cortado en rodajas (opcional).
Aceite: Aceite de oliva o girasol, cantidad necesaria.
Condimentos: Sal, pimienta negra recién molida, pimentón dulce y una hoja de laurel.
Para decorar (opcional): Perejil fresco picado.
Preparación Paso a Paso
Paso 1: Sellar el Pollo, el Secreto del Sabor
Comienza por salpimentar generosamente las presas de pollo por todos sus lados.
En una cacerola grande o sartén profunda, calienta un buen chorro de aceite a fuego medio-alto.
Dora las presas de pollo por ambos lados hasta que la piel esté bien dorada y crujiente. No es necesario que se cocinen por completo, solo buscamos sellarlas para que los jugos queden dentro.
Retira el pollo de la cacerola y resérvalo en un plato.
Paso 2: La Base de la Salsa Riojana
En la misma cacerola, aprovechando el aceite y los jugos que soltó el pollo, sofríe las rodajas de chorizo colorado hasta que liberen su color y sabor (si decidiste usarlo). Retíralas y resérvalas junto al pollo.
Baja el fuego a medio y añade la cebolla y los pimientos. Cocina lentamente, revolviendo de vez en cuando, durante unos 10-15 minutos o hasta que estén bien tiernos y la cebolla comience a transparentar.
Agrega el ajo picado y cocina por un minuto más, cuidando que no se queme para que no amargue la preparación.
Paso 3: La Magia de la Cocción Lenta
Si vas a usar vino, este es el momento. Vierte el vino blanco en la cacerola, sube el fuego y raspa el fondo con una cuchara de madera para levantar todos los sabores pegados. Deja que el alcohol se evapore durante un par de minutos.
Incorpora el tomate (si usas tomates perita, rómpelos un poco con la misma cuchara), el caldo de gallina, la hoja de laurel y una buena cucharada de pimentón dulce. Mezcla todo bien.
Vuelve a colocar las presas de pollo y las rodajas de chorizo en la cacerola. Acomódalas bien para que queden sumergidas en la salsa.
Lleva la preparación a un hervor suave, luego baja el fuego al mínimo, tapa la cacerola y deja que se cocine lentamente durante unos 40-50 minutos. El pollo debe quedar tierno y desprenderse fácilmente del hueso.
Paso 4: El Toque Final
Cuando falten 5 minutos para terminar la cocción, destapa la olla y añade las arvejas para que se calienten.
Prueba la salsa y ajusta la sal y la pimienta si es necesario. Si la salsa está muy líquida para tu gusto, puedes cocinar los últimos minutos con la olla destapada para que evapore un poco.
Retira la hoja de laurel antes de servir.
Consejos y Secretos del Chef
El Pollo: Puedes usar las presas que más te gusten. Las patas y los muslos son ideales porque quedan más jugosos.
Pimientos Asados: Para un sabor ahumado y más profundo, puedes asar los pimientos directamente sobre la hornalla o en el horno hasta que la piel se ennegrezca, luego los pelas y los cortas en tiras. ¡El resultado es espectacular!
Un toque picante: Si te gusta el picante, puedes añadir una pizca de ají molido o pimentón picante junto con el pimentón dulce.
Acompañamiento Clásico: La guarnición por excelencia para el Pollo a la Riojana son las papas. Puedes servirlas hervidas, al natural, en puré o, para una versión de bodegón, ¡con papas fritas coronando el plato! Un arroz blanco también es una excelente opción para absorber toda la salsa.
Sirve el pollo bien caliente, con abundante salsa y su guarnición. Si lo deseas, espolvorea un poco de perejil fresco picado por encima para darle un toque de frescura y color.
¡Y listo! Ya tienes un plato lleno de sabor y tradición para disfrutar y compartir. ¡Buen provecho!
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