Este domingo no se deprima. No se lo permita. Tómese un rato y no se piense solo, usted ya sabe de eso. Piénsese conmigo, con otros. Somos muchos los que caminamos por esta vereda, con la cabeza en alto, disfrutando de los abrazos conocidos y de los otros. Somos bastantes, nos buscamos vió, y nos encontramos, porque miramos más allá de nuestras narices. Siempre procurando el rayito de sol que nos caliente un poco. Somos de esos que, aún cuando nos va bien, no lo podemos disfrutar del todo si el vecino se cae. Los que sentimos en el pecho el dolor de los compañeros que tienen que cortar la calle para poder morfar, para alcanzar un mínimo de dignidad para los suyos, para preservar un trabajo o pedir por la soberanía.
Los que no usamos las palabras: exterminar, eliminar, asfixiar, terminar, ni aun para aquellos que caminan por la vereda de enfrente. De los que todavía creemos en lo simbólico y que las motosierras mejor solo en las películas de terror. Los que sabemos que no hay mérito mientras haya desigualdad. Los que nos horrorizamos cuando una sarta de cínicos se animaron a meter "curro y derechos humanos' en la misma oración. Los que nos reconocemos en lo que amamos y defendemos. Por eso, este domingo no se deprima, que en esta vereda todos nos necesitamos. Manotee al que tenga al lado, estire la mano que ahí está. Júntese, morfen unos fideos o lo que se pueda en este tiempo de vacas flacas, brinden con lo que se tenga, y a festejar, porque es un buen motivo saberse de este lado... ✌🏼❤️.
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